Danza de Sueños.

(Antigona)

Me admiro con el resplandor

De las nuevas ideas que cuelgan en mi mente.

Y sucede que me embelezo

Con la fracción del todo que percibo.

Mis ojos se abren grandes

¡Más grandes!

Para devorarlo todo.

Y mis manos crecen

Para sentir con más fuerza.

Y mis oídos se expanden

Para escuchar mi silencio.

¡Tanta sabiduría

En un grano de arena!

Háblame árbol de aquello que sueñas.

Que me cuenten tus hojas de su planeo hasta la tierra.

Que me dicten las mariposas

Aquellos versos que les sopla el viento cuando acaricia sus alas.

Que el mar bañe mi cuerpo con sus olas milenarias

Y las rocas me cuenten historias de niños jugando a ser grandes.

Que las estrellas fluyan por mis venas

Y se cubra de flores mi piel toda.

Que se perfumen mis inquietudes y también mis amores.

Que las aves se lleven mis insomnios

cuando migran hacia el este.

Y en sus plumas abriguen mis temores de infancia.

Que el Universo entero me cobije en sus brazos.

Y me acune hasta cerrar mis ojos cansados.

En su eterno retorno.

En su infinita perfección.

En su eterna danza.

© Angeles y Demonios 2007

Imagen gentileza de Dark Eurídice