Escucho mi nombre en el viento

y se que es tu voz que viaja hasta mi con ansia

tu voz que se mantiene a pesar del tiempo

y a pesar de las constelaciones que me eclipsan.

Se que me asemejo a las olas

en mi ir y venir constante

en este oscilar vertiginoso

que desordena el telar de mis pensamientos.

Se que floto con la sal que recubre mi cuerpo

que asciendo y desciendo con las caracolas
y que me deslizo como arena entre tus dedos.

Se que mi canto te perturba
y que mis ojos atraviesan los tus tuyos
armando y desarmando tu alma.

Es entonces que no entiendo
¿por qué te mantienes firme en mi horizonte?
¿por qué me contemplas taciturno?
¿por qué me agasajas con tus dones?
¿por qué me bendices cada vez que me atrapas?

Y es que no se de destino ni futuro
no se de cuentos de hadas
no se de comienzos sin finales
y al ver tu mano extendida
me repliego en inconciencia por no abrir mis ojos.

Y es ahora que libero mis preguntas
mis cuestionamientos polares
¿Cuánto tiempo he de esperar para que la luna me libere?
¿Cuánto tiempo he de esperar para que de mis sueños despierte?
¿Es que acaso puedes puedes tú de mis incertezas redimirme?

© Angeles y Demonios 2008