No abandones tus luces oscuras

no dejes tus noches en el olvido.

Los atardeceres rojos son parte de tu sinfonía

y del brillo que hila tu historia 

son notas que se desprenden de tus manos 

la música que acompaña tus pasos lentos y pesados.  

¿Y quién podría acallar tus voces?

ecos que aún duermen en lo profundo de tu conciencia.

No mates aquello que trasciende

que quedó escrito en tu piel y en las líneas de tus ojos. 

Eres noche y eres día

eres sol y eres luna

eres dolor que alimenta las risas

eres pasión que duerme en la templanza. 

Deja que emerja lo que has enterrado

que surja desde el fondo de tus sueños

allí donde todavía te hablan

donde las historias se viven una y otra vez. 

No abandones

no te abandones....